miércoles, 31 de octubre de 2018

Revelación


Llegó el tan estrepitoso y odiado día. El día en que me doy cuenta de que no soy capaz (quizás lo soy), pero me supera. Me duele el pecho y simplemente no puedo seguir con esto, porque, no es que pierda tiempo, pero me equivoque como todos. Me equivoque por necia, por hacer caso a esas palabras que parecían tan dulces, a esas sonrisas que luego desaparecen. No soy eso, no era lo que yo misma creía, soy solo esto, esta chiquilla miedosa y enclenque.
Me la he pasado llorando, tan lamentable, tan victimizada y en el fondo todo es mi culpa. Aunque, una cosa muy importante, no me arrepiento, no hay que arrepentirse, de esto va la vida ¿No? de ir por ahí con mucha seguridad y tropezar.
Sí. Me gusta la carrera, me fascina. Me gusta leer teorías y aprender sobre gente apasionada que dedicó su vida a resolver cosas fundamentales para la humanidad. Me gusta saber que el mundo esta tan premeditado, que existe gente que tiene mucho poder. Me gusta, me encanta aprender de historia y sobre sus momentos donde todo cambio y terminó siendo como es ahora. Sin embargo, no puedo cumplir con las fechas, no puedo leer a toda velocidad y entenderlo todo. No puedo quedarme todo el día frente al escritorio comprendiéndolo todo.
En el fondo no es que no pueda, no es que no sea capaz. Estoy cargando con miedos que nunca acepte, esos demonios que me empeñaba en ocultar y ridiculizar. ¡No! soy como todos, soy esa a la que estuve criticando todo el tiempo, esa chica insegura que tiende a odiar todo lo que no entiende. ¡Maldición! Odio aceptarlo, pero es así y tengo que aprender a conocerme.
No estoy segura de que hare en el futuro, pero creo que me intentare cumplir mis sueños. Entiendo que el dinero es importante, pues comparto mi vida con alguien más y muchas veces no alcanza para estar tranquilos, pero ¿Qué más da? ¿Qué importa si termino en la calle?
Tengo suerte, vivo en un país que entrega oportunidades, aunque muchos digan lo contrario, por eso es que no temo a la pobreza a pesar de que lo he sido toda mi vida. No importa si mañana no puedo vestir esa ropa o comprar ese celular ni ir a donde siempre he soñado. Renunciar a esos placeres por deshacerme de este peso que oprime mi pecho y me hace quedarme todo un día en cada son saber qué hacer, sin tener ganas de moverme o abrir los ojos.
Tengo miedo.
Me cuesta ver mi lado positivo, me cuesta creer que tenga alguna cosa por la que seguir adelante, pero he de hacerlo. Debo hacerlo.
Este año ha sido increíblemente difícil pues renuncié a mi antigua vida y conocí infinidad de cosas nuevas. Fue un año de intenso dolor, de confusión, de amor, de desasosiego. Un año intenso que me enseñó a buscar ayuda y a dejar de esas una mentira.
Entendí que soy una persona increíblemente malhumorada, y eso no está mal, no nada de lo que preocuparse porque si aprendo como manejarlo nada saldrá mal. No debo sentirme mal por mis defectos, debo tomarlos del cuello y vestirlos, amoldarlos a mi cuerpo maltrecho. Ellos serán mi ropa en invierno y poco a poco dejarán de ser algo negativo, no serán algo positivo, serán solo un rasgo más de mí. Eso debo hacer, eso es lo que se debe entender.
Debo entender, entender que mis pocas ganas para seguir son por un motivo, por una decepción, por miedo, por desilusión. Debo solucionarlo, debo intentar levantarme y enfrentar el mundo, aunque a veces no pueda dejar de llorar.
Eso me ha pasado mucho últimamente, voy por ahí y basta una melodía para hacerme llorar desesperadamente, o una imagen, una palabra ¡Todo! Cada pequeña cosa remueve algo en mi pecho y no puedo evitar sentir una intensa pena que me llena e inhabilita.



viernes, 31 de agosto de 2018

Camino infinito.

"Las palabras suaves se disuelven, el viento las mece antes de que puedan desaparecer. Los pies avanzan ciegos, no es normal sentir mucho en este camino infinito. Muchos que parecen sabios son solo el reflejo de sus sueños y deseos dormidos. El alba los despertará demasiado tarde. Tú estás donde deberías estar, pero el sol todavía no alumbra y las praderas verdes son solo tu imaginación creciente. Ese vacío en el pecho no existe.
Cuando te detienes a ver el camino no ves nada, esta nublado allá por el final, allá donde crees que se encuentra el bote con oro. Amigo mío, allá solo hay esperanzas, no cierres tu corazón noble, no nubles tu mirada ingenua.
Si tu cuerpo avanza, sigue con él, sigue adelante y esfuérzate para que el camino no se mueva de lugar. En esta carrera solo podemos elegir métodos, así que esfuérzate por elegir el correcto, ya que cuando estés por terminar de bajar la larga colina del mal, del amor, del dolor, de la alegría, del miedo y del sopor, puede que no encuentres lo que realmente querías.
Las hojas caerán, el viento tierno se las llevara consigo igual que hace con tu alma. Se sabio, se elocuente, busca un motivo para terminar este camino que avanza en la eterna oscuridad."

Si te niegas, todo acaba.

07-09-17
Mis manos tocan estas teclas cual piano. Enarboladas por una melodía inexistente, una, que solo habita dentro de mi propia mente.
Ayer, hace un par de horas nada más, fui inmensamente feliz.
Tras haber entendido, por fin, o temporalmente, que es lo realmente importante siento que soy muy feliz. "El amor", aquel sentimiento que tanto he criticado, creo haberlo encontrado.
La plenitud tranquila de reposar sobre un pecho, igualmente tranquilo. No hay más que decir. Solo espero seguir apreciando estas pequeñas cosas. Solo, espero no olvidar que hoy soy sabia, que hoy comprendo más que ayer.

12-11-17
Se acabó. La escuela, la OBLIGACION acabó ya y eso no es precisamente agradable.
Se acabaron tantas cosas que apenas me molesté en disfrutar y ahora, vacía y confundida me veo de pie frente a infinidad de caminos que no van de la manos de nadie.
Me enamoré,  aun pensando mil cosas malas de ella y, ahora que ya no pasare mis cotidianos días con a su lado siento el peso de la soledad más latente que antes.
Hoy me he despertado y ya no había razones. Mire dentro de la habitación y no sentí ganas de salir fuera de ella, no sentí ganas de continuar esta lucha estúpida que todos los seres humanos tenemos. Pero se lo prometí, le prometí continuar aunque duela, aunque ahora mismo no soporte el dolor en mi pecho, lo aguantaré.
Pero ¿Qué debería hacer? Si me quedo aquí me hundo. 
He sido una inútil y ahora siento el peso. Debo aprender, me gusta aprender pero soy una necia.
Mis manos ya no son las inexpertas de antes. Mis ojos han visto mucho más de lo que esperaba. Lo que queda es la esperanza y no esperar nada es lo que me frena.
Los halagos, verdaderamente no son nada.
La necesito.
Se convirtió en mi familia y ahora ¿Qué me queda?
Soy una idiota, dependiente.
Mañana pondré la frente en alto y continuaré con esta maldita carrera, lo haré porque puedo y debo demostrar que todavía quedan misterios que descubrir y demostrar en este podrido mundo que fui forzada a soportar.
Es como un juego que se juega con un arma apuntando tu cabeza. Si te niegas, todo acaba.

Este momento.

A veces siento que soy el personaje de algún travieso escritor principiante. Uno que se equivoca de puntuación y borra cuanto escribe, luego lo hace de nuevo. Y así va, error tras error, aprendiendo y dejándome a veces, tan vacía.
No hay futuro, solo este momento, el problema es que pasa tan deprisa que el futuro es la consecuencia de lo que acabo de pensar. El pasado un recuerdo que ya no existe, no hay nada en realidad.
Esta historia que alguien escribe ¿La habrá ideado toda ya, o son solo explosiones de ideas repentinas?
Nos equivocamos tanto, esperando algo que debe venir cuando lo único que tenemos es esto, este momento. Tampoco se trata de olvidarlo todo y entregarnos al placer más banal. Si hago algo ahora trato de que sea lo mejor posible pues no hay más que esto, y si el ahora es quedarme quieta y esperar a que el tiempo pase, que al menos esto sea beneficioso, pues no hay más. Se acabó ahí.

miércoles, 29 de agosto de 2018

Ni yo misma.

¿Amigos?
Detesto conocer a las personas, saber de sus vidas y darme cuenta de lo diferentes que somos, de los poco que nos importamos en realidad. Si ellos lloran yo los sostengo, si yo lloro se preocupan ¿Pero luego qué? Simulamos interés para no quedarnos solos cuando algo nos pasa, cuando en realidad esas personas no nos interesan.
No me interesan. Nadie, ni yo misma.
Quiero interesarme, y lo he intentado. Llevo años intentándolo, pero, me cansé. Aparentar, creer que hago las cosas bien cuando solo miento ¡Miento!
Estoy cansada.... Cansada.
Al final todo es mi culpa, estoy falta de atención y hago lo que los niños pequeños hacen. Buscarla. Hacer cosas estúpidas para ser regañada y luego esperar el castigo, es eso, la única forma de ser alguien y poder lamentarme de algo que valga la pena.
Me duele.
Me duele. Me duele.
¿Qué debo hacer?
¿Estudiar? Llenar mi cabeza de aquellos conocimientos que un grupo de gente eligió para parecer inteligente y llena de oportunidades. Para ser la envidia y obtener lugares en un maldito mural ¿Es eso lo correcto?
¿Trabajar como si mi vida dependiera de eso? Para obtener mucho dinero y así comprar una casa, mantener una familia y consumir cuantas cosas se le ocurren a los comerciantes ¿Es eso?
Maldita sea, hasta llego a sentir envidia. Envidia de aquellos que si saben lo que quieren, de los que tienen sueños y luchan para conseguirlos. De los que lo logran, aun siendo ignorantes.
2017

...

El mundo se derrumba a mi alrededor. Las paredes destrozándose lentamente. Olor a gris, la presión aposentándose contra el pecho.
No existe otro año después de este, ni otro día más que el que acaba de pasar. La sensación de hallarme perdida en un espacio negruzco a tonos tenues, como descascarándose. Es detestable. La torpeza, la inutilidad.
Este mundo que obliga a las personas a encasillarse en una disciplina mientras olvida todo lo demás. Ésta que te obliga a ser feliz y hacer cosas que no te gustan para llenar el vacío que se queda en medio del pecho. Lo siento ¡Lo siento! Yo no puedo cumplir con esto. Soy un estorbo cuando mucho, uno más entre miles que se siente solo, vacío.
Hoy, frente a estas teclas que tanto me alivian olvido las ganas de cortar mi piel para liberar toda esta auto rabia acumulada. Hoy, derramando lágrimas sin control recuerdo lo difícil que es mantenerse en pie lo difícil que es llevar a cuestas el plan, para algunos, de un puto Dios egoísta. Lo difícil que es estar abandonado, como un grano de arena en una playa.
Tengo miedo. El tiempo de ser protegida se acaba y no sé cómo defenderme sola, bueno, no es que estuviese acompañada antes, pero. Ya no hay excusa para que me miren con compasión, ya no. De ahora en adelante mi camino es otra rama en un árbol, una que no destaca entre tantos frutos, flores y hojas.

Puede o no ser ficción .

¡Hola!
Querido lector, si has entrado aquí es posible que esperes una historia convencional, que se yo. Querrás un inicio un desarrollo y un final, pero, debo confesar que no hay nada de eso. Al igual que tu vida, no creo que solo tengas un inicio, un solo desarrollo y esperes un solo final. En tu vida, tiene muchos inicios y a partir de ahí tú decides lo que ha sido más y más relevante. Entonces, lo que aquí se muestra es eso; episodios al azar. Momentos. Sentimientos. Nada más. Dicho esto, ¡Bienvenido! 











Hoy me planto delante, delante de este portátil con un nudo en el pecho.
Es febrero. Hace calor y es porque dentro de este largo país me encuentro justo en la capital. Santiago. Una ciudad enorme, inalcanzable con los ojos y es tan grande que no termino de saber nada de ella. Soy una forastera en su propio hogar. Pero bueno ¿Qué es lo que me trae por aquí? Una melodía.
Una canción suave.
Rodeada de soñadores; cantantes, deportistas, sabios ¿Qué soy yo? No una suertuda, otros ya han emprendido el viaje para conocer el mundo. Yo me quedo aquí, con un computador abierto y las manos sobre las teclas.
Tengo un miedo, diferente a los otros, diferente a todo lo inocente de antes. Con mis diecisiete años puedo pensar claramente y me asusto de verdad.
Estas líneas son hoy el comienzo de una vida que no sabemos si saldrá bien.
Es febrero. Aquí en esta casa de familiares me he desconectado un poco de mi monótona realidad, he dejado atrás el campo, el pueblo y la misma gente de siempre. He visto películas desconocidas para la sociedad común que me rodea. Sí, son desconocidas porque me rehusó a seguir las modas de cada día. Soy algo así como una falsa rebelde.
No soy una rebelde completa, no deseo perderme en los vicios y destacar entre los miles de ojos que en la vida llegan a posarse sobre tu silueta. No quiero ser celebrada por mis pares. Deseo la conformidad de una soledad intermitente. Y de a poco deseo mejorar, sí, mejorar en los aburridos conocimientos que los más viejos imponen.
Bien. Eso es para comenzar.
¿Qué hay de mis gustos? ¿Qué hay de mis pasatiempos? Antes eran importantes, hoy son solo un recordatorio de que tal vez lo que planeo no se lleve a cabo.
Tengo miedo, mientras paseo mis dedos sobre el teclado el nudo de la garganta se posa en el estómago y tengo ganas de llorar. Dentro de algunas semanas mi último año de secundaria comienza y temo no poder cumplir lo que yo misma he preparado.
Tengo demandas.
Quiero cosas, quiero poder hacer cosas.
Tras haber descubierto que no soy buena en trabajos comunes, me pongo a mí misma la meta innegable de acceder a una carrera universitaria y por delante se pone el gran obstáculo de pasar una prueba detestable. Tengo miedo. No me creo capaz. Siento que los tres años pasados en clases de secundaria han sido una mentira.
Sí. Me deje vencer. Con una mente curiosa, lujuriosa desperdicie tiempo amando pieles que no debía. Cosas que todavía no sirven para nada y deje de lado lo importante ¿Qué hacer entonces? No estoy segura, aquel tiempo no volverá y me convierto en un ser mediocre que se cree algo diferente.
¡Ja! Me rio de mi misma.
Es febrero. Tengo una inquietud.
¿Dibujante? ¿Escritora? No hay ningún talento que logre apegarse por completo a mí. Desde pequeña he buscado aquello, ese talento innato que logre hacerme sentir mejor. Pero no. solo soy yo, una persona que sigue lo que han dictado.
Por suerte he vivido bien estos últimos dieciséis años. He viajado, visto, leído y hecho cosas que tal vez muchos no han imaginado siquiera. Por otro lado esta lo que no he podido hacer. Como muchos de mis ejemplos a seguir, no he podido destacar en nada, no he visitado otros países. No, no, no. hay muchas cosas a las que digo no pero ¿Qué más da? Esos "no" serán "sí" en el futuro y a decir verdad me gustan más los sí que he logrado.
Siempre viviendo una fantasía. Creando historias románticas entre hombres que espero hagan feliz a otros. Sí, hago eso, soy feliz ¿raro? En este punto de nuestro mundo nada es raro. Raro seria que no existieran cosas como estas. Pero bueno. ¿Qué tanto es lo que he venido a contar?
¿Por qué siempre cuando leímos una historia esperamos encontrarnos con una historia en concreto? ¿Por qué no simplemente leemos y sentimos la vida del personaje en cuestión como propia? Digo, solo limitarnos a sentir lo que él siente, a ver y decir lo que él hace y dice. Es simple. En vez de decir "ese libro es de un policía que mata a tal y hace esto luego" porque no decir, " ese libro me hizo sentir como si fuera un policía que mataba a tal y luego hizo esto y luego". Ya entienden ¿no?
Traten de imaginar. Tienen 17, sí, con números 17. No hay padres, hay tíos ancianos que se ocupan de ti. Tienes la suerte de no tener violencia en casa, dinero propio todos los meses, libros, un computador, pinturas y ganas de hacer cosas. Tienes una mente buena para maquinar cosas que luego puedes decir para parecer más inteligente. Vas a un colegio algo detestable, con buena gente, luego regresas a una casa de acogida donde puedes quedarte toda la noche sin dormir.
Tienes todo eso, te faltan algunas cosas pero da igual, eres feliz así..., pero ¿Qué harás después? Es el último año y si no lo haces bien ahora, el futuro será peor.
Bien, en este punto utilizo un problema mental. Te ofrezco dos posibilidades y descarto todas las otras opciones. Es así como los demás te dicen que es pero ¿Cómo es en realidad?
Dentro de algunas semanas lo sabré. Dentro de un par de meses las cosas saldrán a la luz cegadora de un sol que amenaza con quemar  la más pequeña cucaracha.
_______________________________________________________
Es posible que las lineas anteriores tengan errores ortográficos. Mis disculpas.